sábado, 13 de febrero de 2016

Referencias / Jorge Leonidas Escudero



El tatarabuelo por lado de mi papá
salió de La Rioja hace cuándo
en una sequía grande y ¡Ea! ¡Quiá! ¡Ea!
con sus animales por delante
fue a dar a El balde, en San Luis.

Tuvo allí descendencia hasta que mi padre
dio un saltito a Mendoza, dobló hacia el norte
y acampó aquí. Ya estamos en San Juan, pues.
Entonces fue que Leonidas casó con la Margarita
y aparecí yo en escena.

Nací en calle Santa Fe a pasitos de Alem,
junto al taller de don Manuel Trías, mi tío,
donde una vez me quemé en la fragua
pero no aprendí la lección
ya que en otros asuntos me he quemado siempre.

Después con mi abuelito por parte de madre
fui a la finca del Médano de Oro, y ya se sabe
que todavía ando con olor a pájarobobo y pichana.

Más tarde oficié de jugador, busque tesoros,
entré a las minerías, pase por el folklore
y llegue a una oficina donde me hice viejo.
Y escribí versos
Porque si a vos te meten la cabeza bajo el agua

No se te ocurre otra cosa que poder respirar.


Jorge Leonidas Escudero

De Andanzas mineras II y doce poemas vividos
Ediciones En danza. Buenos aires, 2015.

No hay comentarios:

Historia del arte / Alberto Girri

Mordimos sobre cuanto existe hasta escarnecerlo, hasta la desvergüenza, una provocación a lo desconocido, un esfuerzo a menudo ...